sábado, 30 de marzo de 2013

La filosofía moderna


Hoy el tema que nos ocupa es la filosofía moderna. Si la filosofía antigua había tomado la realidad objetiva como punto de partida de su reflexión filosófica, y la medieval había tomado a Dios como referencia, la filosofía moderna se asentará en el terreno de la subjetividad. En el ámbito filosófico, que es lo que nos interesa, el desarrollo del humanismo y de la filosofía renacentista, junto con la revolución copernicana, asociada al desarrollo de la Nueva Ciencia, provocarán el derrumbe de una Escolástica ya en crisis e impondrán nuevos esquemas conceptuales, alejados de las viejas e infructuosas disputas terminológicas que solían dirimirse a la luz de algún argumento de autoridad. De las abadías y monasterios la filosofía volverá a la ciudad; de la glosa y el comentario, a la investigación; de la tutela de la fe, a la independencia de la razón. Con todo ello surge una filosofía moderna.

            Después de esta introducción que nos sitúa en el desarrollo histórico, nos centraremos en los distintos filósofos que formaron parte de la filosofía moderna. Muchos de ellos ya han sido estudiados en clase por lo que nos resultaran conocidos, y nos servirá como repaso del curso.

            En primer lugar encontramos a Thomas Hobbes. Hobbes es conocido por su teoría política, expuesta en el "Leviatán", en la que defiende el absolutismo político, en clara oposición a las nacientes teorías políticas de la burguesía, que buscaban las justificaciones teóricas para la instauración de un régimen político democrático basado en la división de poderes.

            En segundo lugar Nicolás Copérnico, no es del todo un filósofo pero durante esta época fue una figura muy relevante, y por ello creo que es importante mencionarlo. Es considerado el iniciador de la astronomía moderna, con la defensa del heliocentrismo, en contraposición al geocentrismo, que había sido la postura adoptada, de forma mayoritaria, por los filósofos antiguos y medievales.

            Le sigue René Descartes, uno de los filósofos más importantes, es considerado como el padre de la filosofía moderna. La actividad cartesiana se desarrolla en un contexto de innovación y descubrimientos en el que intervienen muchos otros filósofos, con importantes aportaciones, su afirmación del valor de la razón, anclada en el descubrimiento de la subjetividad, abrirá el camino a la filosofía moderna.

            También encontramos a John Locke con el empirismo desarrollado entre los siglos XVII y XVIII. Cabe destacar su filosofía política que, en defensa de los ideales políticos de la burguesía, apuesta por la división de poderes y se considera que sienta las bases teóricas del liberalismo moderno. Y otro empirista con un gran reconocimiento fue David Hume que consigue su máximo prestigio al llevar al empirismo, mediante el análisis del conocimiento y la crítica de la metafísica y la moral, a sus últimas consecuencias.

            Y finalmente, pero no menos importante, y de echo es uno de los autores más complicados de analizar encontramos a Immanuel Kant. La filosofía kantiana, llamada por su autor Idealismo Trascendental y conocida entre nosotros también como filosofía crítica o "criticismo", se desarrolla a partir de una nueva solución del problema del conocimiento según la cual los elementos formales y los elementos materiales del conocimiento han de colaborar para que éste pueda darse, pretendiendo, de este modo, superar las limitaciones del empirismo y del racionalismo.

            Quizás sea una entrada un poco larga, pero creo que es fundamental después de estudiar durante dos años parte de la filosofía moderna adaptada a nuestras capacidades. En primer lugar cuando íbamos a cuarto de la eso se nos presentaron algunos autores con los que nos iniciamos en la filosofía. Y este año, en segundo de bachillerato, nos tocó estudiarlos a fondo. En muchas ocasiones no nos damos cuenta de lo que esto supone para nosotros, pero a la larga las opiniones y pensamientos de estos autores, aunque en muchos casos nos parezcan disparatadas, nos hacen reflexionar y entender el mundo de otra manera. De qué nos vale aceptar las cosas tal y como nos vienen sin reflexionar lo más mínimo acerca de cómo suceden, a qué se debe que aparezca, etc. Por ello creo que aunque me queje de que me parece complicado estudiar filosofía es fundamental hacerlo para así abrir nuestra mente, pensar por nosotros mismo (que en la sociedad en la que vivimos actualmente es un gran paso) y reflexionar acerca de las dudas suscitadas a lo largo de nuestra vida.

Y con esto finalizo, se que es una entrada con mucha información pero puede resultar muy interesante.

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